El trauma máxilofacial corresponde a todas las lesiones de origen traumático que afectan tanto los tejidos blandos como al esqueleto de la cara. Las causas más frecuentes son los accidentes de tránsito.
El diagnóstico clínico e imagenológico de este tipo de lesiones es fundamental para un manejo adecuado desde el punto de vista funcional y estructural.
El tratamiento de las fracturas requiere el abordaje del esqueleto facial mediante incisiones estéticas dejando las cicatrices ocultas o poco visibles.
Para la fijación de los fragmentos óseos fracturados se utilizan mini placas de titanio, que permiten reconstruir la morfología facial de manera muy precisa.